Guía

Dios prepara el camino.

Las primeras páginas del álbum de fotos de Jesús nos muestran los pacientes y fieles preparativos de Dios para enviar a Jesús entre nosotros. Encontramos la foto de Dios llamando a Abram y Saray para que abandonen su tierra natal y emprendan un nuevo viaje. Vemos los nacimientos de Isaac y Jacob/Israel. El álbum tiene página tras página de fotos mostrando la larga esclavitud en Egipto, el nacimiento y la vida de Moisés, el éxodo/liberación, los 40 años deambulando por el desierto, y los primeros años en la tierra prometida. De ser nómadas en el desierto se convierten en un pueblo con una alianza: Tú serás mi pueblo y yo seré tu Dios.

Dios envió a los jueces a resolver sus diferencias, y a los Reyes para gobernarlos, y luego a los profetas para desafiarlos con sus reyes corruptos. Como nos ocurre al ver cualquier álbum de fotos, nos sorprende y hasta nos choca ver la increíble infidelidad del pueblo, la división de la nación, y su aniquilamiento en el cautiverio babilónico. Vemos entonces la reconstrucción del templo y esos últimos años de ocupación y paz relativa que coincidieron con la ocupación romana.

Hay un sentimiento de Adviento en esta semana del retiro. En nuestro creciente deseo de conocer, amar y acompañar a Jesús, retrocederemos hasta los años de anticipación. Veremos la promesa de una tierra, de un Rey, de un reino imperecedero. Los profetas hablan de cómo será la llegada de “el día del Señor”. Todo esto nos explica mucho sobre la misión de Jesús. Nos ayudará a entender las confusas expectativas que tendrá que enfrentar, el rechazo que encontrará, la manera paradójica de cumplir dichas promesas.

Esta semana dejemos que nuestras mentes y nuestros corazones escuchen la historia que preparó el camino a Jesús para que llegara a nuestro mundo y a nuestras vidas. Como amantes, queremos saber todo sobre Jesús. Observando todas esas fotos de los principios, apreciamos, quizás como nunca antes, la fidelidad de Dios y la enorme misión que Jesús acepta al nacer.

Durante todos los momentos de “telón de fondo” de esta semana, reflexionaremos sobre todo lo que llegue a nuestros corazones. ¿Cuánto más entendemos ahora quién es Él? ¿Cuánto crece nuestro amor? ¿Qué es lo que queremos expresar a Aquél que nos muestra su increíble álbum de fotos?

Una realidad a la cual nos hemos sensibilizado más durante las últimas décadas es la importancia de nuestro pasado en lo que somos hoy día. Muchos factores configuran nuestra personalidad actual, pero la influencia de nuestros antepasados es muy importante. Lo que estamos haciendo esta semana es ponernos en contacto con los antepasados de Jesús.

No se trata de un ejercicio intelectual. No tenemos que ser expertos en las Escrituras para hacerlo. Realmente es muy sencillo. Y nuestro deseo es claro. Hemos sido amados por Jesús. Queremos conocer a Jesús de manera más completa. Pasaremos un buen número de las próximas semanas repasando los Evangelios para acercarnos a Jesús en las historias de lo que hizo en la tierra. Esta semana nos dará una muestra de quién es y el contexto al que llegó.

Durante esta semana - en todos los momentos de “telón de fondo” que podamos encontrar – trataremos de conservar una idea de que los antepasados de Jesús eran judíos. Lo que Él pensaba sobre sí mismo, lo que pensaba sobre Dios, las imágenes que llenaron su conciencia, la cultura que dio forma a su identidad, todo esto tiene sus raíces en la tradición hebrea.

El sentido completo de la realidad que posee Jesús está modelado por el sentido de que Dios llamó a Abraham a dejar su tierra natal y le prometió un nuevo hogar. El sentido de confianza en Dios se vio apoyado por el recuerdo de que Dios fue fiel a todas sus promesas. La edad de Sarah no fue un obstáculo. El ejército del faraón no importó. El templo podría ser destruido, pero Dios lo reconstruiría. Cuando yo realmente quiero conocer a Jesús, necesito realmente conocer la tradición de fe que le inspiró tanta confianza en su misión.

Es más importante pensar en lo que ya sabemos sobre esa tradición judía que leer mucho. Puedes leer las narraciones del Viejo Testamento si eso te va a ayudar a refrescar y dar color a los recuerdos.

Durante esta semana, quizás cuando esté caminando o yendo en automóvil de un lugar a otro, frustrado a incómodo o sintiéndome solo, podría dirigirme a Jesús y preguntarle: “Jesús, ¿cómo te preparó tu pasado para situaciones como ésta?” Las respuestas serán las gracias unificadoras de esta semana. Este diálogo interior entre la historia de Jesús y mi propia historia resultará enriquecedor para conocerle mejor, para que aumente nuestro amor por Él, y seamos conmovidos más profundamente para acompañarle en su misión.

Usa los demás recursos de esta semana. Manténte fiel al patrón de reflexión sobre el material de esta semana desde que te levantas por la mañana. Al final de cada día, busca un momento para expresar tu gratitud. Considera compartir cualquier gracia recibida con otros que estén haciendo este retiro.

Ésta es la temporada más oscura para los habitantes del hemisferio norte. Lentamente, desde el mes de junio, nuestra parte del globo se ha ido distanciando de la luz y el calor del sol. Este globo terráqueo, que va más allá de nuestros conceptos de antaño, ha mantenido una relación de acercamiento-alejamiento con su fuente de energía y vida.

Como familia humana, también hemos tenido una relación de acercamiento-alejamiento con nuestra fuente de luz y vida. En ciertos momentos de la historia de la humanidad hemos querido acercarnos mucho a Dios para que nos proteja, nos alimente y nos ayude. En otros momentos hemos luchado para lograr nuestra independencia colectiva de ese Poder que nos confina. Isaías oraba humildemente: “Desde hace mucho tiempo, somos la gente que Tú ya no gobiernas y que ya no lleva tu apellido.” (Isaías 63:19)

En esta semana de los Ejercicios, estamos invitados a experimentar un sencillo anhelo. Nos uniremos al anhelo del frío mundo en busca de calor y luz. Nos uniremos al antiguo dolor de Israel en busca del amor y la compañía compasiva de Dios. Nos uniremos a todos los hombres y mujeres que han querido luchar contra Dios y que luego se han entregado con gratitud a la realidad bendita de ser hijos del Único Dios que pude tener muchos nombres, pero que permanece fiel a quienes Le buscan.

Esta semana nuestra oración puede sentir la influencia de las oportunidades aprovechadas que la vida nos ha presentado, para esperar – en los semáforos, en las cajas del supermercado, en aeropuertos, y esperando a seres queridos. En nuestros corazones y en nuestras vidas hay algunos espacios vacíos. Oremos con ellos y permanezcamos junto a ellos, sin tratar de llenarlos, para que no se nos vaya la oración. Estamos aprendiendo a sufrir con el mundo y su antiguo anhelo de retorno a la unión con su amoroso Creador. Esta semana oraremos, no para escapar del anhelo, sino para recibirlo con los brazos abiertos. Debe haber espacio en nuestra posada y un anhelo en nuestros corazones para que este Adviento no sea una decepción frenética. Escucharemos los suspiros de antaño: “¿Hasta cuándo, Señor?” Escucharemos nuestros propios suspiros: “Ven, Señor Jesús”. Observaremos cómo el sol se va poniendo cada día más temprano, y nos uniremos a la tierra en su anhelo por el nuevo sol que ilumine las tinieblas.

En Estas Palabras o Palabras Similares

Querido Jesús:

¡Qué diferente es esta semana! Nunca había pensado en el Viejo Testamento como tu “historia familiar”, pero realmente es la colección de las historias de todos los que te precedieron, quienes tuvieron una poderosa influencia sobre ti. Cuando empecé este retiro, te mostré el álbum de fotos de mi vida, sus altas y sus bajas, y vi que siempre has estado conmigo. Ahora, a medida que me voy sintiendo más y más cerca de Ti, quiero ver tu historia, tus historias. Como te amo, quiero escuchar las historias que dieron forma a tu vida en la tierra.

Hay tantas expectativas en estas historias. Tu pueblo te ha esperado de muchas maneras, con paciencia o impaciencia, durante siglos. Buscaban a un rey, alguien que viniera a gobernarlos y a salvarlos. ¡Pero resultaste ser un rey diferente al esperado! Esperaban brillo y esplendor, y les mostraste pobreza y servicio. ¿Puedes sentir su decepción? Tú conocías muy bien las historias que habían estado circulando durante siglos, sobre el rey que vendría. ¿Te resultó difícil ser distinto a lo que esperaban? Sé que es algo muy humano querer complacer a los demás. ¿Tuviste que luchar contra lo que eras, contra lo que querías enseñarles?

Oh Jesús: gracias del alma por amarnos a todos, por amarme tanto, que escogiste esta vida terrenal. Sólo puedo imaginarme tu lucha por comunicar tu mensaje a un pueblo posiblemente decepcionado. ¿Qué tipo de rey fuiste? Parece que no fuiste lo que esperaban. Pero te quedaste aquí, y permaneciste fiel a tu mensaje.

Gracias por compartir tus historias y tu familia. Por favor, quédate conmigo esta semana mientras empiezo a sentir tu historia dentro de mí, esas historias tan maravillosas y vívidas del Viejo Testamento. Me doy cuenta de que son realmente la historia de la espera por Ti, del cumplimiento de tu promesa.

Querido amigo: gracias por permanecer junto a mí, aunque a veces te decepcione, aunque ahora no sea todo lo que quieres que sea. Gracias por tu fidelidad. Gracias por tu amor.

Oración para Empezar Cada Día:

Señor, deseo tanto prepararme bien para este momento.
Quiero estar completamente listo, atento y disponible para Ti.
Por favor, ayúdame a aclarar y purificar mis intenciones.
Tengo tantos deseos contradictorios.
Mis actividades parecen estar tan llenas de agobio,
corriendo detrás de cosas que realmente no importan ni duran.
Sé que si Te entrego mi corazón
todo lo que haga seguirá los dictados de mi nuevo corazón.
Que todo lo que soy hoy día,
que todo lo que trate de hacer hoy,
que todos mis encuentros, mis reflexiones,
hasta mis frustraciones y fracasos,
sirvan para poner mi vida en Tus manos.

Señor, mi vida está en Tus manos.
Por favor, permite que este día sea para alabarte.