Retiro “Online”
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Un Ministerio de la Oficina de Ministerios Colaborativos en la Universidad de Creighton.
Retiro “Online”
Semana 28

Guía

Jesús Se Entrega a Su Pasión.

semana 28

La foto de la derecha fue tomada en la Capilla Jesuita de la Universidad
Centroamericana de San Salvador, en El Salvador. Ésta es la comunidad jesuita cuyos miembros fueron brutalmente asesinados, junto con el ama de llaves y su hija. Esta foto es una de las estaciones del Vía Crucis de dicha capilla, que muestra en poderosos dibujos, las imágenes de inocentes torturados injustamente.

A través de los siglos, la historia de la Pasión de Jesús ha sido contada para ayudar a los fieles a entender el misterio del sufrimiento y cómo la entrega de Jesús vence el poder del pecado y la muerte.

A estas alturas de nuestro retiro, estamos preparados para contemplar, en detalle, la Pasión de Jesús. Nuestro deseo es adentrarnos en la historia evangélica y estar allí con Jesús. Queremos ser conmovidos por la fuerza de este drama. Aquél que amamos, y que tanto queremos acompañar, nos invita a penetrar en su historia para compartir Su sufrimiento con Él. La profundidad de nuestra compasión por Él nos lleva a una intimidad cada vez mayor.

Toma cada parte de la historia y experimenta su significado. La lucha interna en el huerto para entregarse; la traición, el arresto y el abandono por parte de Sus discípulos; los juicios; las burlas, la corona de espinas, los golpes, y el camino de la cruz, son escenas que formarán parte de nuestra conciencia esta semana.

Cada día de esta semana, queremos conocer el profundo amor que Dios nos tiene. Mientras lidiamos con las luchas de la vida cotidiana, y enfrentamos los desafíos más difíciles de nuestras vidas, queremos experimentar la solidaridad de Jesús hacia nosotros. Al contemplar el significado de Su Pasión, queremos observar Su solidaridad con todos los que han sufrido, los que sufren y los que sufrirán.

Utiliza los recursos de la derecha para empezar, y adéntrate en estas reflexiones con mayor profundidad. Hemos añadido un Via Crucis “online”, a fin de ofrecer esta antigua devoción como recurso para nuestro viaje esta semana y la próxima.

Cada noche, agradezcamos las gracias recibidas en medio del diario vivir, conscientes del amor apasionado que Dios nos tiene.


Algunas Sugerencias Prácticas para Empezar Esta Semana

Comenzaremos esta semana leyendo la narración que hace Mateo de la Pasión de Jesús. Quizás sea la historia más conocida en nuestra imaginación, pero podemos refrescarla dejando que sea el foco de nuestra conciencia esta semana. Esto nos proporcionará imágenes muy vivas para reflexionar sobre el contexto de nuestra vida cotidiana esta semana. (Los títulos que siguen son “links”para dichas partes del Evangelio de Mateo.)

La Última Cena

La semana pasada reflexionamos sobre la Última Cena. Ahora nos concentraremos en ella como inicio de la Pasión. Cuando leemos sobre la traición de Judas y la promesa de Pedro de nunca negar a Jesús, habremos cosechado los frutos para la semana. Podemos decir, con Pedro, “Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré”. Durante toda la semana, puedo hacerme más consciente de las veces que “disimulo” mi gran amor por Jesús.

El Huerto

Ésta es una poderosa imagen de Jesús, pidiendo a Sus discípulos que oren con Él. Pero ellos se duermen. Durante toda la semana, en pequeños intervalos, podemos acordarnos de cuánto Jesús quiere que Le acompañemos en oración sobre Su Pasión. Es importante que veamos a Jesús en agonía, orando por Su entrega. Sus palabras pueden acompañarnos toda la semana, para dar forma a la manera en que tomamos decisiones para abrirnos a los deseos de Dios en nosotros. Hacer una pausa para estar con Jesús, cuando recibe el beso de traición de un amigo, viendo cómo todos los demás amigos se van huyendo, es una poderosa comunión con el Amado en un momento de terrible abandono.

El Juicio Religioso

Caifás y los líderes religiosos no abren su corazón a Jesús. ¡Qué doloroso debe haber sido para Él enfrentarse a este fracaso: no poder convencer a las mismas personas que ha venido a salvar! Que se burlaran de Su revelación utilizándola como justificación para su muerte debe haberle dolido amargamente. Esta semana puedo concentrarme en esta parte de Su Pasión, mientras observo qué poco es aceptado Jesús en nuestra cultura de hoy día.
Judas y Pedro

Ambos Le traicionan. Judas no puede captar cómo Dios podría perdonarle, y por eso se mata. ¡Cuánto habrá lamentado Jesús la desesperación de Judas! Pedro queda transformado por su negación, y así logra entender la lección de humildad y gratitud que Jesús le ha dado.

El Juicio Romano

Está lleno de ironías. No deja que le conmuten Su pena de muerte. Pilatos se lavará las manos de todo el asunto, y dirá que Lo considera inocente, pero luego hará que Le azoten y Le maten. Podemos grabar este juicio en nuestra memoria esta semana para así llenarnos de tristeza, ira, y gratitud por lo todo lo que Jesús ha sufrido por mí.

El Camino a la Crucifixión

Hemos preparado una experiencia de oración “online”, Las Estaciones de la Cruz o Via Crucis, para ayudar con esta parte de la contemplación de la Pasión. Quizás podamos hacer una o dos “estaciones” cada día, para adentrarnos más profundamente en el viaje de Jesús hacia una intimidad con nuestro sufrimiento. La gracia que deseamos es experimentar una creciente compasión hacia Jesús, y saber más íntimamente que todo esto es una experiencia de Su amor por mí.

Ora con el Salmo 22. Los evangelistas deben haberlo considerado una poderosa fuente de inspiración para entender mejor cómo Jesús debe haber utilizado esta oración en Su lucha y Su confianza en Dios.

Comencemos cada día concentrándonos en una parte de este misterio, quizás sólo por unos momentos, mientras hacemos algo muy rutinario (al levantarnos, al bañarnos, al vestirnos). Durante el día, recuerda estas reflexiones desde el fondo de tu conciencia. Observa el misterio de la Pasión de Jesús, revelado hasta en la cosa más pequeña que veo y experimento cada día. Concluye la jornada expresando tu gratitud por lo que estás aprendiendo y sintiendo esta semana en la Pasión de Jesús.

Para el Viaje

Esta semana nos desplazaremos con Jesús desde el Aposento Alto donde lavó los pies de Sus amigos hasta el Huerto de la Obediencia, donde lava la tierra con Su sudor mezclado con sangre. Está separado de todo apoyo, exceptuando el de Su Padre, con Quien habla cara a cara.

Esta semana de observación nos conmueve a un silencio y una humildad particular, porque todo esto es para mí y para nosotros. La escena se ha vaciado de los demás personajes y nos unimos con los Apóstoles hacia un lado. Ellos Lo han visto orar a solas antes, y por eso se alejan a esperar el próximo emocionante capítulo de Su vida y la de ellos. Por nuestra parte, estamos acostumbrados a esta escena y sabemos lo que pronto va a ocurrir. Durante algún tiempo, observamos a este Santo Varón en combate espiritual. Tiene un conflicto entre Sus deseos humanos de vivir muchos capítulos intensos, y Su divinidad, la cual ha sido moldeada según la Voluntad de Su Padre por medio de los episodios de toda Su vida.

Ahí está el Huerto de la Obediencia, donde comenzó este drama. El amor de Dios por nosotros fue interrumpido por nuestro complaciente amor egoísta. Había un árbol cuyos frutos no debíamos comer. Ahora vemos a Jesús, el Nuevo Adán, arrodillado en el Huerto, totalmente consciente del bien y del mal que Le rodean, preparándose a comer la fruta del árbol que nos devolverá la vida. El Mal está en camino de obtener su última gran victoria. Todo está en silencio y Jesús escucha o siente una presencia del divino Bien que ya había escuchado antes: Él es el Amado. Él es el Bien, que pronto deberá enfrentarse a las fuerzas de la desobediencia.

El ruido de dichas fuerzas interfiere en nuestras observaciones silenciosas. El abandono y la negación se convierten en los personajes principales, pero nuestros ojos están fijos en los Suyos. Jesús recibe los desafíos a Su bondad de parte de los soldados y Su amigo Judas. Escuchamos Su respuesta, “Yo soy”. Así comienzan Sus horas finales de fidelidad a Aquél Que Él es, el “Ungido”, el Cordero que ahora está siendo llevado al sacrificio.

Estos momentos de oración nos resultan muy tranquilos y sensibles. Nos ponemos a la disposición de ser impresionados por el Dios-Hecho-Hombre que lucha por revelarnos la fidelidad de Su amor y la importancia de que seamos fieles a lo que realmente somos. También somos ungidos para luchar contra las fuerzas del mal. Observa Sus ojos cuando busca a Pedro durante y después del encuentro de éste con sus propios fracasos. Jesús no es un títere que actúa en una charada de la vida. Escucha el ruido en torno a Su silencio y observa Sus respuestas físicas al abuso y la violencia.

Con Ignacio, hemos observado al Creador entregarnos toda la creación. En nuestras plegarias hemos visto a Dios entregándonos dones personales y gracias de todo tipo. Esta semana observamos a Jesús entregando Su cuerpo y todo Su ser por nosotros. También nos invita a permanecer fieles en medio de nuestras luchas entre nuestro bien y nuestro mal. Observa Sus ojos cuando se encuentran con los tuyos.


En Estas Palabras o Palabras Similares

Querido Jesús:

Esta semana he rezado por estar contigo en medio de Tus sufrimientos, pero lo primero que vi es la foto de la semana. La aumenté de tamaño y me quedé observándola. ¿Qué tiene que ver contigo esa foto? Quiero rezar por y para Ti, no por personas que ni siquiera conozco. Espera un poco. Quizás mi agenda no sea igual a la Tuya.

Observo la foto del dibujo de El Salvador que ha sido convertida en una de las estaciones del Via Crucis. Veo las marcas del látigo en las espaldas de este hombre y esta mujer. La terrible manera en que sus manos sangrantes están atadas a sus espaldas. Sólo puedo ver sus espaldas, pero me doy cuenta de que la mujer tiene el torso desnudo. Debe sentirse tan vulnerable, expuesta e indefensa, pues sus perseguidores tratan de arrebatarle hasta el más mínimo rasgo de dignidad.

Permanezco junto a Ti en el Evangelio, cuando Te azotan y golpean, cuando se burlan de Ti y Te desnudan. Observo Tu lucha por entregarte a Dios. Veo el temor y la vulnerabilidad que debes haber sentido, hasta cuando depositas toda Tu confianza en Dios. No dejas de rezar mientras Te atacan con preguntas, tratándote con sorna y desprecio. Estás con Tu Padre en espíritu, porque es la única manera que sabes Te permitirá continuar este viaje al que Dios Te ha enviado.

Esta semana caminaré junto a Ti y pasaré tiempo contigo en medio de estos sucesos. Nuevamente Te acompañaré en la Última Cena y en el Huerto. No puedo soportar verte en el juicio y me siento impotente al observarte, mi Amigo Querido, cuando Te empujan hacia esta muerte inevitable. Sé que las próximas horas serán terribles y quiero estar junto a Ti, pero me encuentro escondido con Pedro, fingiendo que no Te conozco, por miedo.

Solamente cuando hago el Via Crucis es que puedo acompañarte paso a paso. Puedo caminar junto a Ti poco a poco, a medida que voy entendiendo que has hecho todo esto por mí. ¿Cómo agradecerte todo lo que has hecho? Estas imágenes me acompañarán toda la semana.

Entonces observo de nuevo la foto de esas dos personas. Esta semana quiero estar contigo en medio de Tu historia familiar. Pero sigo pensando en las personas de la foto. ¿Qué fue de ellos? ¿Cómo fueron torturados y abusados en Tu nombre? Tu historia es muy antigua y me resulta conocida. La de ellos no. Y sin embargo también son muy reales. Jesús, ¿dónde están esas personas tan reales hoy día? ¿Viven aún? ¿Dónde estás, Jesús?

Observo nuevamente la foto y ahora puedo verte. ¿Cómo no Te veía antes? Has estado allí junto a ellos todo el tiempo, mientras eran azotados, atados, en su desnudez y vulnerabilidad. Estás cerca de ellos en medio de su dolor y su sufrimiento, compartiéndolos con ellos, presente, acercándolos más a Dios.

Gracias, Jesús, por estar con ellos de una forma que me es imposible. Gracias por estar conmigo. Por favor, déjame acompañarte esta semana en cada momento de Tu agonía, tratando de reconocerte en los sufrimientos diarios de mi vida.


Oración para Empezar Cada Día:

Señor, deseo tanto prepararme bien para este momento.
Quiero estar completamente listo, atento y disponible para Ti.
Por favor, ayúdame a aclarar y purificar mis intenciones.
Tengo tantos deseos contradictorios.
Mis actividades parecen estar tan llenas de agobio,
corriendo detrás de cosas que realmente no importan ni duran.
Sé que si Te entrego mi corazón
todo lo que haga seguirá los dictados de mi nuevo corazón.
Que todo lo que soy hoy día,
que todo lo que trate de hacer hoy,
que todos mis encuentros, mis reflexiones,
hasta mis frustraciones y fracasos,
sirvan para poner mi vida en Tus manos.

Señor, mi vida está en Tus manos.
Por favor, permite que este día sea para alabarte.

Lecturas Bíblicas:
Isáias 50:1-7
Salmo 22
Filipenses 2:6-11
Mateo 26:14 - 27:66