Esto no tiene por qué sentirse fuera de nuestro alcance. De muchas maneras reflexivas, podemos tomar decisiones para actuar en solidaridad con aquellos por quienes deseamos tener un cuidado especial y de quienes sabemos que aprenderemos mucho sobre la fe y la confianza en Dios.
Comedor social - despensa de alimentos
Tantas personas dependen de nuestra caridad, en sociedades que aún no pueden proporcionar una distribución equitativa de nuestros recursos, y ofrecer medios para un crecimiento en dignidad y justicia al obtenerlos. Imagínese si nos tomáramos un tiempo para investigar cómo se atiende a los más pobres entre los pobres en nuestra área. Quizás queramos practicar nuestra generosidad al preparar la comida, servirla nosotros mismos o compartir lo que tenemos con despensas de alimentos que ofrecen la supervivencia diaria a los necesitados. Imagínese si nos sintiéramos inspirados a profundizar más. ¿Qué gracias podríamos recibir si asistiéramos a un programa de comidas y nos sentáramos y visitáramos a los pobres? ¿Qué miedo tendríamos superar? ¿Qué podríamos aprender si les preguntamos cómo se llevan? ¿O preguntarles sobre su fe? Quizás podamos aumentar nuestro valor para traer a nuestros hijos o amigos. ¿Cómo podríamos regresar a nuestras vidas con mayor libertad y confianza?
¿Qué más podríamos hacer que se ajuste a nuestras circunstancias y a las necesidades que me rodean y las del mundo? |