Reflexiones Dominicales
Del Ministerio en línea De la Universidad de Creighton

29 de Enero, 2012 - [ En Inglés / In English ]

Escrito por el Padre Larry Gillick, de la Compañía de Jesús.
El Centro Deglman de la Espiritualidad de San Ignacio
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LECTURAS

Cuarto Domingo del Tiempo Ordinario
[71] Deuteronomio 18:15-20
Salmo 95:1-2, 6-7a, 7b-9
1 Corintios 7:32-35
San Marcos 1:21-28

Prep-oración

Esta mañana desayune una naranja, que estaba muy dulce y jugosa, pero fue muy difícil quitarle la cascara y tenía muchas semillas en cada gajo. En verdad me ensucie, pero valió la pena el sufrimiento por el sabor. Hubiera sido más fácil agarrar la botella, y abrir el jugo de naranja sin semillas, y disfrutar el sabor.
                       
Cada uno de nosotros trabaja para disfrutar la vida con alegría, pero hay dificultades. Hay situaciones que tienen cubiertas o cascaras difíciles de pelar. Diario encontramos bultos y topes; cosas que nos molestan. Seguimos tomando los jugos de la vida aunque tengan semillas de descontento.

Estamos también tentados a leer libros o artículos que tienen resoluciones o respuestas “embotelladas”  fáciles. Podemos pensar que alguien a reducidos todo lo que abarca la vida a una simple idea o una práctica que es fácil de tomar.  Hasta podemos pensar que la religión o las escrituras sagradas lo han reducido todo a solo abrir la botella de Dios y que todo lo demás que sigue será dulce.

Mientras nos preparamos para la celebración litúrgica de esta semana, podemos orar con las cascaras y semillas, y también con el jugo de recibir y vivir la Eucaristía. Amar a Dios no significa que nos tiene que gustar las semillas. Oramos para tener la libertad de recibirlo todo y no escoger el camino fácil del jugo de la vida  congelado o concentrado o diluido.

Reflexion

En el capitulo veintidós del libro del Éxodo, Moisés le está dando a la gente las leyes que reflejan la relación de alianza que Dios ha iniciado con la gente. Han escuchado el relampagueo de la presencia de Dios acompañada con llamas. Se atemorizan de Dios y le ruegan a Dios que no se relacione con ellos de esa manera tan aterradora en el  futuro.

En la Primera Lectura de hoy escuchamos a Moisés refiriéndose a la suplica de la gente de que quieren escuchar a Dios diferente. Moisés anuncia que habrá un orador, un profeta, que escuchara a Dios y hablara por Dios todo eso que la gente necesita escuchar. Dos advertencias son dadas que culminan nuestra lectura. Cuando el profeta hablara, más le vale a la gente escuchar, sino se las verán con El. También si el profeta habla de sus  pensamientos, y no los de Dios, o si el profeta habla por otros dioses, entonces él será castigado.

Una buena pregunta surge más adelante en este capítulo de donde sacamos estos versículos. ¿Cómo sabe la comunidad que el profeta realmente está hablando por Dios?  Moisés nos da la respuesta. Si lo que el profeta ha dicho sucede, entonces si viene de Dios, sino es así, el profeta es infiel y no se le debe confiar.

Aquí en la Universidad de Creighton estamos en nuestra cuarta semana del Segundo semestre. Los estudiantes ya están más conscientes de los estilos de sus maestros y de las expectativas de sus clases. Estamos en la Cuarta Semana del nuevo Tiempo Ordinario de aprender Quien y Que es Jesús, y de todo lo que abarca. Estamos al principio del Evangelio de San Marcos y estamos viendo patrones en su forma de ser. En la lectura de hoy escuchamos que El todavía sigue en su tierra natal. El va a un lugar de oración Judío en día de descanso. Hace las cosas religiosas habituales, y también algo nuevo. Jesús había estado enseñando en una manera que sorprendía a sus oyentes. El espíritu impuro hace una asombrosa declaración acerca de la identidad de Jesús. Divinidad, y la bondad infinita por primera vez se encuentran, El Maligno que declara que Jesús de Nazaret es el esperado, el Santo de Israel. Jesús le ordena al espíritu que se calle, porque Jesús desea que lo bueno que es El, y que hace, y lo bueno de sus seguidores hagan la proclamación de Quien Jesús es como Hijo de Dios y Mesías. Después en el evangelio de San Marcos escucharemos que toda la naturaleza, simbolizada en el mar y en  el viento, obedece a Jesús reconociendo Su Ser como el ungido.

Hace unas semanas celebramos la Epifanía, la revelación de que Jesús, el recién nacido, fue dado a todo el mundo y que los Reyes Magos, representaban las tierras y las gentes fuera de Israel, por quien Jesús también ha sido enviado. Esto se relata con nosotros en el Evangelio de San Mateo. Escuchamos una escena similar en el Evangelio de hoy de San Marcos. Jesús es revelado como El que ha sido enviado a confrontar el maligno, el poder de la maldad a través de todo el mundo. El ha venido a revelar la autoridad de Dios sobre toda la creación y El llamara a otros y los mandara a revelar el amor y la autoridad de Dios.

Un hombre con un espíritu impuro se le presenta a Jesús. Los reyes magos llegan adorándolo y se van convertidos. Esta es la primera manifestación o epifanía  de San Marcos que Jesús es revelado como El que ha sido enviado a confrontar espíritus impuros, no dignos de Dios.

Hay espíritus impuros fuera y dentro. Un espíritu en particular que Jesús llego a confrontar es el espíritu de independencia. Pareciera que entre más avanzada se vuelve una cultura en tecnología y obtiene poder, más crece la dependencia en el uno mismo. Compromisos interpersonales en matrimonio, negocios, relaciones no están marcados con lealtad y perseverancia. Utilidad, el avance personal, y la invulnerabilidad  se han vuelto virtuosos y aclamados.

Hay un espíritu que nos lleva a sujetarnos firmemente a lo que pensamos que no tiene autoridad,  ni auto-reflexión. Los niños chiquitos aprenden el poder de las palabras en su edad temprana “¡Mío! Eso no es un espíritu impuro a menos que se le permita crecer y controlar las relaciones y vida de uno. Es cuando las opiniones se vuelven el centro de enfoque de nuestra vida que Jesús invita a ese espíritu callarse y salirse de nosotros.

Muchas de las imágenes que Jesús usa describen a una uva dependiendo de una rama y la rama dependiendo de la vid, y la vid de las raíces y las raíces plantadas en la tierra. Jesús nos invita a no preocuparnos que seamos dependientes de Dios. Ese tipo de relación no es una debilidad, pero la fuerza de la humildad. A lo mejor nos preocupamos, que el depender nos hace menos y entonces con violencia nos volvemos el centro de poder que solo necesitan reconocimiento de los demás. En esta forma entonces irónicamente estamos prácticamente dependientes de los demás para apoyar nuestra temblorosa identidad.

Es este Evangelio, Jesús, al igual que muchas otras curaciones, le da a la persona de nuevo su ser con la dignidad de ser conocido por Dios. La “autoridad” con la que Jesús habla y que a la gente piensa como innovadora y sorprendente, es el amor creativo de Dios que desea conocer nuestra dignidad y no por el espíritu dominante de rechazo del espíritu impuro. Es cuando yo sé quien soy realmente, que las palabras de Jesús, el nuevo profeta, se vuelven reales y liberadoras al no estar asustado ni preocupado.

“Deja que Tu Luz brille sobre tu servidor, y sálvame por medio de tu amor. Señor guárdame de la pena, porque yo Te he llamado.” Salmo 31, 17-18

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